El Ayuno no es una Moda Nueva

 

Fasting is not new

El ayuno no es nuevo

El ayuno se ha utilizado como una modalidad de curación a lo largo de la historia registrada. Sócrates, Platón, Pitágoras e Hipócrates, por ejemplo, recomendaron el ayuno para varias condiciones físicas.

Nuestra especie ha sobrevivido en la tierra durante los últimos 400.000 años, en parte debido al diseño incomprensible de la naturaleza que nos permite sobrevivir en diversas circunstancias, incluida la privación de alimentos durante períodos prolongados de tiempo. Construido en nuestro código genético está la capacidad de instruir al cuerpo exactamente qué hacer para sobrevivir en un período de hambruna, escasez de alimentos o desastre natural cuando los alimentos no están disponibles durante períodos prolongados. Obviamente, el cuerpo funciona normalmente durante bastante tiempo cuando no se ingiere ningún alimento sino sólo agua.

Los seguidores de las religiones del Lejano Oriente y en los primeros días del cristianismo, especialmente durante la Edad Media, practicaban ayunos religiosos prolongados. Muchos de nosotros hemos oído hablar de personas que han ayunado por motivos políticos. Mahatma Gandhi, por ejemplo, ayunó 21 días para promover la unidad hindú-musulmana y el respeto mutuo y la tolerancia entre las religiones. Gandhi en realidad estaba muy familiarizado con la literatura científica y relacionada con la salud sobre el ayuno e incluso leyó los escritos y mantuvo correspondencia con el Dr. Herbert Shelton, quien realizó más de treinta mil ayunos en sus pacientes a principios de este siglo.

De vez en cuando oímos hablar de mineros sepultados, marineros naufragados o aviadores varados que se ven obligados a pasar semanas y semanas sin comer. Las personas sobreviven durante largos períodos de tiempo, hasta que son rescatadas, siempre que tengan acceso a agua no salada.

Así que el ayuno no es nuevo. Se ha practicado por motivos religiosos, políticos y de salud durante miles de años y se ha reconocido a lo largo de los registros

historia como teniendo un efecto curativo sobre la enfermedad y la enfermedad. Mark Twain escribió en Mi debut como persona literaria (1889): “Un poco de inanición realmente puede hacer más por el hombre enfermo promedio que la mejor de las medicinas y los mejores médicos. No me refiero a una dieta restringida: me refiero a la abstinencia total de alimentos. . .―

Durante más de diez mil años, el ayuno se ha utilizado para curar a los enfermos. Hipócrates prescribía regularmente el ayuno para numerosas condiciones. El famoso Juramento Hipocrático, familiar para todos los médicos, nos amonesta a ―Primero no hacer daño‖, reconociendo que la base más importante para curar a los enfermos, incluso hoy, es el notable poder de recuperación inherente al cuerpo humano. Este poder de autorreparación se ve maravillosamente durante el ayuno.


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