La naturaleza ha diseñado el sistema humano con la capacidad de ayunar

 

Biblical fasting

El Cuerpo Humano y el Ayuno 

El cuerpo humano ha sido diseñado para ayunar de forma segura. Ciertos cambios bioquímicos tienen lugar cuando no se toman alimentos que permitan al cuerpo alimentarse quemando sus reservas de grasa y conservando sus tejidos vitales. Como ilustra este libro, el diseño del sistema humano es tan magistral que se le ha incorporado el modelo para cambiar su consumo de combustible a un ayuno seguro.

 La inteligencia innata del cuerpo es notable, representada por los cambios bioquímicos que ocurren en el estado de ayuno. La glucosa es un azúcar simple que suministra el combustible necesario que nuestro cuerpo necesita. Normalmente, si no comemos durante uno o dos días, empezamos a utilizar el tejido muscular para producir la glucosa que necesita el cuerpo, ya que la glucosa se puede fabricar a partir de los aminoácidos almacenados en nuestros músculos. Sin embargo, si continuamos ayunando, el cuerpo detecta lo que está ocurriendo e intenta conservar su masa muscular magra mediante algunos mecanismos diferentes.

 Las grasas se descomponen en ácidos grasos que luego pueden ser utilizados por los músculos, el corazón y el hígado para obtener energía. El cerebro, sin embargo, es el principal usuario de energía, cuando el cuerpo está en reposo. El cerebro no puede alimentarse con ácidos grasos; requiere glucosa para alimentar sus operaciones.

 Se produce una adaptación especial en el estado de ayuno por el cual el cerebro puede alimentarse con cetonas en lugar de glucosa. Al tercer día de un ayuno total, el hígado comienza a generar una gran cantidad de cetonas a partir de las reservas de grasa del cuerpo. A medida que aumenta el nivel de cetonas en el torrente sanguíneo, el cerebro y otros órganos comienzan a usar estas cetonas como su combustible principal, lo que disminuye en gran medida la utilización de glucosa por parte del cuerpo. Esto limita significativamente la pérdida de músculo. Estos cetoácidos son utilizados como combustible principalmente por el cerebro, el tejido muscular y el corazón.

 Esta producción de cetonas, llamada cetosis, se desarrolla dentro de las 48 horas en las mujeres y 72 horas en los hombres, y el desgaste muscular en este momento disminuye a niveles muy bajos. Esto se conoce como ahorro de proteínas.

 Por lo tanto, el organismo humano responde al estado de ayuno intentando conservar al máximo su músculo y tejido corporal magro. Con dietas severamente restrictivas, como los ayunos de jugos, el cuerpo pierde peso, pero el cerebro y otros órganos no subsisten principalmente con cetonas. Por lo tanto, proporcionalmente al peso perdido, los ayunos de jugos y las dietas severamente restrictivas nos hacen perder más tejido corporal magro y menos tejido graso que los ayunos totales.

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